Tu marca tiene una imagen atractiva y funcional, el diseño es bonito y el público identifica el mensaje que envías pero… ¿están comprando?
La imagen de un producto (o una empresa, es igualmente aplicable pero nos referiremos en general a los productos porque es un ejemplo más claro) es lo primero que considera el público cuando lo conocen por vez primera. Sabemos que no se debe juzgar un libro por su cubierta, pero la verdad es que es inevitable el crearse una idea de la calidad de un producto basándose solamente la impresión visual que nos da. (Actualmente ni los libros se salvan de eso).
Ahí es cuando entra la importancia del diseño y tener la imagen adecuada, pero es igualmente importante el no ignorar la competencia a la hora de crear la imagen de tu producto.
BENCHMARKING VISUAL
Existe una técnica llamada «benchmarking» (y lee más aquí) que en síntesis consiste en encontrar a tu competidor que es líder en el mercado, y descubrir qué es lo que hace para tener esa posición, con el objetivo de alcanzarlo y superarlo.
Aquí hablaremos solamente de una porción que se refiere al aspecto visual y publicitario (porque a eso nos dedicamos).
Observa tu producto (o tu empresa) lado a lado con sus competidores directos y más fuertes. Sabes que el tuyo es igual de bueno o mejor, ¿por qué tu competencia vende más? La respuesta es una combinación entre el diseño adecuado y estrategias publicitarias.
EL DISEÑO
Un diseño además de ser atractivo y funcional, debe ayudar a diferenciarte de la competencia, que la gente te note enseguida, que no pase desapercibido sino lo contrario, que llame la atención y la retenga lo suficiente como para que tus compradores potenciales se tomen la molestia de analizar las ventajas que ofreces sobre la competencia.
Lo esencial es la forma y el color. Imagínate un jardín con todas las flores blancas y entre ellas una flor roja, sabes que la notarás enseguida. La percepción humana es así, tendemos a abstraer y generalizar por lo que todo aquello que se sale de lo común salta a la vista.
Por supuesto que eso requiere un equilibrio correcto pues aún queremos ser parte de la categoría y que se identifique inmediatamente qué tipo de producto es.
Analiza la imagen de tu competidor más fuerte ¿Qué es lo primero que salta a la vista? ¿Qué elementos tiene que tú no? ¿Qué colores usa predominantemente? ¿Qué forma tiene el envase?
LA PUBLICIDAD
«Más vale malo por conocido que bueno por conocer» dice un viejo refrán. Es también parte de la naturaleza humana el desconfiar de lo desconocido, a pesar de que actualmente nuestros «conocimientos» sobre la calidad de un producto se basan en gran parte en paradigmas que nos formamos de acuerdo a la publicidad que nos presentan.
Esta es una de las principales ventajas de tu competencia: POSICIONAMIENTO. Y es a lo que debes aspirar lograr con tu marca, que sea reconocida por su imagen y su calidad (claro tienen que complementarse).
Regresamos a analizar la imagen de la competencia ¿Qué anuncian ellos como su ventaja principal? ¿Qué estrategias usan en su publicidad? ¿En qué medios se anuncian?. Toma nota y considera todo aquello que encuentres deficiente en la forma en que te anuncias.
La publicidad requiere más creatividad que presupuesto, así que ese elemento no debe usarse como excusa.
ENTONCES ¿CÓMO SE VE TU MARCA?
Con este sencillo análisis podrás identificar aspectos que seguramente con pequeños cambios lograrán hacer una diferencia notable en la forma en que se posiciona tu marca en el mercado. El benchmarking es un tema profundo y requiere más que la observación personal y empírica (además de que no se limita a la imagen), pero esperamos que este texto ayude a hacer reflexión y empezar a hacer conciencia de cómo percibe el público tu producto, tus servicios o empresa, y tomar acción para mejorar.
Porque siempre se puede mejorar (es uno de nuestros lemas).