Un logo es una representación gráfica de una marca comercial. Su objetivo es reflejar con fidelidad los valores de la marca, de forma que se reconozca de forma inmediata y se diferencie de su competencia.
Para lograr este objetivo de forma exitosa, en el proceso de diseño se debe procurar seguir los siguientes lineamientos:
1.- Averiguar el concepto a transmitir
Un logo es la empresa resumida en formas, colores, tipografía y figuras. Un logo nos «cuenta» quién es la empresa, a qué se dedica, a que tipo de mercado llega, que personalidad tiene: ¿es amigable?, ¿seria?, ¿juvenil?, ¿extrema?, ¿moderna?
Si esta información no se averigua de antemano, un logo puede ser muy atractivo pero realmente poco efectivo, pues no será representativo de la empresa.
2.- Decir más con menos
A veces con el afán de representar todos los valores de una empresa, o resaltar varios elementos importantes, se tiende a usar demasiados gráficos, o adornos que ciertamente hacen el logo más llamativo, pero le añaden complejidad, lo cual como veremos más adelante no es lo más conveniente.
Un logo debe estar constituido por trazos simples y mientras menos sean mejor. Aunque es una herramienta de comunicación visual, no hay que esperar que el puro logo sea capaz de hacer todo el trabajo de posicionamiento de marca. Un buen ejemplo es el logo de Apple:
Está formado por 2 simples elementos que de forma aislada no dicen más que el nombre de la empresa. La fuerza del logo se crea a través de todas las estrategias empresariales que se van asociando con el ícono y crean valor para la marca.
3.- Que sea reconocible en diferentes tamaños
Es importante al diseñar un logo tomar en cuenta que este será utilizado en diferentes tamaños. Usualmente el problema viene al reducir las medidas del logo, ya que se pierde definición de detalles (una de las razones por las cuales mantener el diseño con gráficos simples), y por tanto puede no ser reconocible.
Al momento de diseñar un logo es importante procurar que su forma y elementos serán reconocibles en medidas reducidas. La más pequeña usualmente será la del favicon, que es el icono que aparece en la lista de «favoritos» de los navegadores de internet, y su medida es de 16 x 16 pixeles. Es realmente extremo, pero si un logo es reconocible a esta medida es una señal de que está bien diseñado.
4.- Que sea efectivo sin color
La reproducción en color de un logo no siempre será posible, ya sea por cuestiones económicas o del medio en el cual se presenta. Por ello es importante que un logo no pierda fuerza al ser representado a una sola tinta.
La mejor práctica en este caso es realizar el diseño del logo inicialmente prescindiendo del color, y agregar este último hasta que la forma ya sea la definitiva.
Siempre que se diseñe un logo se deben crear varias versiones de color: A todo color (4 tintas), a 2 tintas (poco común pero se usa), y a una sola tinta, esta última en 2 versiones: en copia suave (escala de grises), y en copia dura (todo del mismo tono). De esta manera se garantiza que el logo seguirá siendo efectivo a pesar de las variaciones de color.
5.- Que sea fácilmente reproducible en diferentes medios
Volviendo a la importancia de un diseño simple, hay que tomar en cuenta que un logo será reproducido en gran variedad de medios y formatos: en un monitor (página web), en la papelería corporativa (fondo blanco), en cristales rotulados, letreros luminosos (estos son los que más reto presentan), camisetas bordadas, o representaciones tridimensionales del logo.
Todo esto hay que averiguarlo y debe tomarse en cuenta a la hora de diseñar un logo, pues mientras más complejo sea, más difícil será transportar el gráfico a otro medio y por tanto mantener la fuerza de la identidad de marca.
Un logo memorable
Como último consejo quiero agregar que un logo tiene que ser memorable, único, especial. Que sus características logren que destaque de entre «el montón» y el público logre reconocerlo enseguida cuando lo vea. En el proceso de diseño esta parte es la más difícil y la más vital, pero realizada con éxito también será la que le traiga mayor satisfacción tanto al cliente como al diseñador.